29.4.04

Hoy volvía a casa caminando y me ha parecido que todos los semáforos se me ponían en rojo. Sí: he sido consciente de que todos se ponían en rojo.
Nunca había tenido tal revelación.
El problema fue que no pude saber si alguna vez he tenido consciencia de que siempre estuvieran en verde.
Pero no es una metáfora urbana sobre la felicidad, sino un feliz relato de la urbanidad.
O "el semáforo en rojo": el gran mecenas de nuestros días.