Nunca pensé que ser tan diminuto como yo pudiese dar cabida a tan gran empatía para llegar a comprender la traumática existencia de una aspirina efervescente.
Y que nadie otorgue el mérito a las altas temepraturas.
Ni al sudor.
(más pequeña que nunca)
Nunca pensé que ser tan diminuto como yo pudiese dar cabida a tan gran empatía para llegar a comprender la traumática existencia de una aspirina efervescente.
Y que nadie otorgue el mérito a las altas temepraturas.
Ni al sudor.
lo dijo diminuta con la boca pequeña a las 20:43