7.6.04

Un día decidí hacer pública mi lista de adverbios con u:
"Puhhh" (de cantidad)
"Jummmm" (de sospecha o actividad intelectual)
"Du, dudú" (de escaqueo)

Y entonces llegó la diminuta analógica e interpeló:
Parece que hayas pensado mucho para lograr tan fantásticas creaciones lingüísticas.
Y yo: "puhhh"
Y ella: A lo mejor podríamos sacar beneficios de tal creación.
Y yo: "jumm-jummm" (con la boca torcida y un ojo medio cerrao)
Y ella: pero creo que deberías llamarlos interjecciones, no veo que tengan nada de adverbios.
Y yo: "du-dudú".

Y así fue como la REAL academia perdió su oportunidad de otorgar un sillón ciertamente minúsculo.