25.4.05

los viajes de gulliver

de mi efímera emigración a la capital he deducido que:
las nubes son en realidad los capullos de seda de ancentrales orugas gigantes,
que fueron las encargadas de horadar los vermiformes tuneles de metro.
para los incrédulos, diré que bajan por las noches, como las arañas, y por eso no las hemos visto nunca.