22.6.05

radiodiagnóstico

diminuta ha sido vilmente herida en su orgullo por un pedal de bicicleta.
y lo sorprendente no es que aquella tuviese la puntería necesaria para herirla en tal lugar (pues aún más diminuto que diminuta es su orgullo),
sino que la criminal bicicleta supiese de antemano dónde diminuta guardaba su orgullo.
en el empeine de su pie derecho, concretamente.