8.10.04

Nunca pensé que mantener vivo un organismo tan enano costase tantísimo esfuerzo. Sobre todo si sólo se alimenta de palabras.
Y creo que agonizo.
Que deshabito los paréntesis.
Que no leo los domingos ni fiestas de guardar.
Que me he perdido en el desierto digital incapaz de decidir si soy un uno o un cero.

Y creo que crezco. Y me quedo grande.
Yo, que sólo quiero implotar.