Como soy tan diminuta no se me oye.
O a lo mejor no sé gritar, pequeñaja como soy.
Lo que me obliga a tomar medidas drásticas, y musicales:
"Patim, patam, patum mucho cuidado con lo que hacéis,
patim, patam, patum a diminuta no ignoréis".
Digo piséis.
Si sois tan amables.