30.4.05

hibernación

caracterizada por su ínfimo tamaño y sus zapatos de colores, la diminuta ibérica tiene su hábitat en lo más profundo de cualquier berenjenal. allí se la encuentra generalmente dormitando a la espera de que al narrador se le ocurra algo decente que hacer con su vida.

29.4.05

la construcción pasiva

mire donde mire sólo veo andamios,
lo que debe significar que estoy cerrada por reformas.
quizá me estén sustituyendo el participio de presente por el de pasado,
o a lo mejor me apuntalan para asegurarme ante futuros terremotos
(o ante terremotos pasados).
aunque creo que soy tan diminuta que ni siquiera puedo derribarme.

de eficiencia

me he levantado muy temprano (como marco) porque tenía que hacer una sola cosa esta mañana. y ha sido lo único que no he hecho.
quizá porque mis pies se han ido a la guerra -qué dolor qué dolor qué pena- quizá porque mi cabeza se ha quedado en la cama, pero dios se ha olvidado de ayudarme.
habrá que contratar otra secretaria.

28.4.05

como una niña con zapatos nuevos

y como son de tacón,
diminuta habita las alturas
(o va sentada sobre hombros de gigantes).

27.4.05

si te reencarnas en micra

todos los días pueden ser el día de la marmota.
sólo diminuta es capaz de colarse dos veces por el agujero del flotador,
y de tanto escurrirse entre sus propios (e ínfimos) dedos
va a acabar siendo una callosidad (de sí misma).
la próxima vez, diminuta nacerá de corcho (y no de letras).

¡cáscaras!

diminuta es dura como un cacahuete,
pero eso no se descubre hasta que es comida.
con vino dulce, por favor.

26.4.05

mi reino por un recogido

y si me sueltas el pelo, ¿quién me garantiza que me lo podré volver a recoger?
puedes quedarte mi (pequeñísimo) país, pero devuélveme mis dos coleteros.
pagaría el rescate con todo mi desdén, pero resulta complicado ejercerlo con estos pelos
(y es que parezco un asterisco...).

25.4.05

los viajes de gulliver

de mi efímera emigración a la capital he deducido que:
las nubes son en realidad los capullos de seda de ancentrales orugas gigantes,
que fueron las encargadas de horadar los vermiformes tuneles de metro.
para los incrédulos, diré que bajan por las noches, como las arañas, y por eso no las hemos visto nunca.

21.4.05

diagnósis geográfica

no sé hablar por teléfono, lo cual supone necesariamente que:
a) no sé hablar.
b) no sé teléfono.
c) no sé por.
d) todas las anteriores.
e) ninguna de las anteriores (léase sencillamente no sé).
me decantaría, siendo de letras, por la c (es decir, que no sé multiplicar), ya que afirmo que sé hablar, pero la d es necesariamente verdadera.
no sé, no sé...

cría verbos

he concluido de mis diferentes estudios filosóficos
que el objeto de estudio de la filosofía no es otro que su propia inutilidad.
lo que no me ha impedido pasar la noche en la caverna (sin platón),

concretamente en el vértice de la uve,
contemplando hipervínculos verbales en vez de conceptos.
si el que me narraba los sueños pretende que los lea yo misma,
va a tener que hacer mejor letra.

y de postre neobrufén

los primeros rayos de sol se cuelan por la ventana entreabierta y doran sus hombros desnudos.
se oyen pajarillos cantando a lo lejos.
¿cómo dice?
¿que no nos quedan pistas de pajarillos cantando a lo lejos?
¿que sólo tiene ruido de obra, sierra eléctrica y martillo hidráulico?

20.4.05

poética de las esponjas

nunca he leído a sloterdijk (ni sé cómo se escribe),
lo que no impide que esté completamente de acuerdo con sus esferas.
pues sólo tengo en mi habitación dos cuadros:
una enorme cabeza azul de exsoldado comunista sobre fondo amarillo,
y unos pies warholianos de sandalias rojas y uñas aún más rojas sobre fondo verde...
y en el medio, a pesar de tener pies y cabeza, sólo siempre burbuja.
y en burbuja, a pesar de tener pequeños pies y pequeña cabeza, sólo siempre diminuta.

19.4.05

malvadas malvas malcriadas

hoy diminuta ha visto a la muerte.
le ha costado reconocerla:
iba vestida de jardinera municipal.

18.4.05

vida de una ciclista (de piñón fijo)

el ciclismo, ese deporte para el que estoy incapacitada (obviously, no me llegan los pies a los pedales) resulta ser el colmo de la coherencia: ¿cómo si no entender que sus máximos eventos sean llamados vueltas?
y sin embargo diminuta tiene todo el rato la sensación de dar vueltas; de que todo se aleja y ella sigue en el mismo sitio. pero nadie la ducha con champán.

17.4.05

scripta manent (cual manchas de picota)

he decidido escribir una novela.
y sólo informo porque el juicio ajeno es lo más parecido a responsabilidad que conozco.
y porque, graciosamente, no tengo nada que contar.

14.4.05

¿quién dijo piedra?

todo el mundo parece estar embarazado
o poseer una bolsa de plástico con estampado safari (leopardo, cebra, jirafa).
pero yo he vuelto a separar los coaxiales de mis auriculares (por cierto, excesivamente grandes para mis diminutas orejas) y, etimológicamente, no me ha quedado más remedio que reanudarlos.

13.4.05

el cuento de la buena pipa

puesto que -como atestigüa la cicatriz de mi hombro izquierdo- me ha crecido un pasado,
he decidido -con vuestro permiso- implantarme un futuro, a ver si me adapto a esto de la temporalidad.
dice así:
"habrá una vez alguien que me mirará sin lupa y verá que yo soy diminuta.
y me sentiré desnuda, pero tan bonita..."
(y lo escribo en cursiva para marcar gráficamente el advenimiento).

ficción cromoterapéutica

tenía los ojos verdes,
así que decidí que podía pasar (sin peligro de ser atropellada).

12.4.05

síndrome de diógenes

he pasado aproximadamente siete papeleras que me han tentado a abandonar un perdiódico gratis y ya leído en su interior. pero no lo he hecho.
y nunca más volveré a decir que las cosas no tienen sentido,
a no ser que las papeleras no sean cosas.

haciendo números

me diagnostico un frecuente recurso a la enumeración.
y es que hay tantas cosas que contar...

la vida en el armario

tengo el armario más ordenado del mundo: los abrigos colgados, las faldas de invierno en un estante, junto con las chaquetas de punto, los bolsos en el cajón, toda la ropa vaquera doblada bajo la indefinición del entretiempo, las camisetas en tres montones (manga larga, manga corta, sin manga).
pero, como carezco de espacio específico para las sábanas, sigo sin saber dónde colocar los fantasmas.
aunque quizá podría doblarlos junto a la ropa vaquera.

balanceando

en el último mes he perdido:
una cartera,
una horquilla,
un disquette,
un ombligo.
y he recuperado:
una cartera,
una horquilla,
un disquette.
y así.

10.4.05

comida de viejas

y aunque no me correspondía etimológicamente,
el tamaño decidió que yo fuese la lenteja.
no me comieron.
pero oye, cuánto hierro.

samsonite & co

cuando una maleta viaja dentro de otra maleta,
¿cuál de las dos se supone que decide el destino?
(¿y dentro de cuál se mete diminuta?)

matemática aplicada

tengo exactamente cuatro bufandas
tres gorros,
un poncho,
dos chaquetones,
un plumífero,
cinco chaquetas de lana con cremallera
y un jersey de pelo de llama.
lo que no impide que sea primavera.

6.4.05

la madurez era esto

asumir la imposibilidad de habitar la ficción.
padre, juanjo (semillas), ¿por qué me has abandonado?
(y ¿por qué mi hipernarratividad no parece darse por aludida?)

armas de seducción pasiva

compro.
(y no, no tengo catarro).

precariedad laboral

quiero que me quieran más y mejor.
y no pienso mover ni uno sólo de mis dieciocho diminutos dedos para que eso suceda.
y los dedos gordos de los pies tampoco.
mientras tanto, estaré aprendiendo a conducir.
vosotros mismos.

ensayo y error

con la sensación de que haber intentado designar mi resistencia moral por el método empleado con los puentes: haciendo pasar camiones cada vez más cargados y, después del derrumbe,
colgando en la entrada un cartel con el peso del penúltimo camión.
será que soy de letras.

escojamos armas

donde dije paciencia
digo bazoca.

5.4.05

despistada de mí

intentaba por encima de todas las cosas no perder la oportunidad.
pero se me olvidó no perder la paciencia (¿debajo de todas las cosas?).

plegarias atendidas

y cuando decidí que quería habitar tu ombligo,
nunca pensé que con lo diminuta que soy, este podría convertirse en un pozo.
el pozo donde viven las ranas de los problemas de matemáticas (suben dos metros, resbalan uno).
un pozo del que sólo se puede salir creciendo.
y yo de mayor quería ser diminuta.

rien ne va plus, cieliño

alguna vez oí que por muy grande que sea un papel,
como máximo puedes doblarlo ocho veces sobre sí mismo.
creo que van tres.
pero yo soy diminuta.

diminuta precocinada (consérvese en frío)

me veo en la obligación de sacar unos cuantos posts del congelador.
para poder guardar en él mi propio cadáver.
espero que no os importe.

4.4.05

return the sender

me han devueltos los trozos de mi pequeño corazón roto en una caja de cerillas.
no es ninguna bonita metáfora.
no sé qué se supone que debo hacer con ellos.
¿prenderles fuego?¿guisarlos al ajillo?
¿construir un ombligo?

pasaron undostrés cuatrocinco seis semanas

si hernán cortés levantara la cabeza se encontraría la bodega llena de zapatos (talla 34).
nunca supe jugar al risk.
la pólvora me hace estornudar
y no me cabe el mosquetón en el bolsillo.
pasaré a la historia como la que atemorizó a los indígenas con su paciencia.
la conquistadora que llegó en un barquito chiquitito que no sabía navegar.
(y si esta historia os parece corta volveremos volveremos a empezar)

lupa y taquígrafos

ultimamente me falsifico tan bien que soy incapaz de distinguirme de la original.
o quizá sea reversible.
infinitamente.

3.4.05

mi pequeño salto mortal (¡voh la re, oh oh!)

parto de la base de que nadie es absolutamente incapaz de nada.
y acabo en el suelo.

2.4.05

seré breve

pero ¿intensa?

1.4.05

ponga una pandereta en su vida

porque así cualquier mínima vibración reverberará infinitas veces.
porque así podrás aspirar a ser la reina del baile robándole el ritmo.
porque así tendrás podrás utilizar la palabra crótalo siempre que te venga en gana.
crótalo, crótalo, crótalo.